El veneno del cine

[Música cinematográfica]

Lugar de composición

Madrid

Año de composición

1935

Reparto

Director: Mauro Azcona Pérez
Argumento: Ángel Antem

Intérpretes: Conchita Leonardo, Matilde Casans, Isabel Val, Diego Larrios, Antonio Antem y Luis Arnedillo

Productora: Cifesa

Estreno

Lugar: Rialto, Madrid
Fecha: domingo 1 de diciembre de 1935

Observaciones

Según declaraciones del director Mauro Azcona, el 26 de febrero de 1935 se inició el rodaje de El veneno del cine mientras ponía en limpio el guion. Se trata de una comedia humorística con ilustraciones musicales de Jacinto Guerrero, argumento de Ángel Antem y con Conchita Leonardo de protagonista [Raúl Gallardo. "Conversaciones de última hora". Cinegramas (Madrid), 24 de febrero de 1935]

Probablemente, el número compuesto por Guerrero es una carioca inicialmente escrita como canción con el título El veneno del cine. También fue orquestada por Fernando Remacha como número adicional para el largometraje Don Quintín el amargao (1935).

La película se presentó como "sketch". El estreno se hizo como complemento al largometraje policiaco y humorístico Rataplán del director Francisco Elías. Se han localizado proyecciones en diversas sesiones cinematográficas de cines de Madrid, como el Velussia y Carretas, en Las Palmas de Gran Canaria y La Habana, a lo largo de 1936.

Comentarios

"Este ‘sketch’ proyecta sobre la pantalla las inquietudes de la juventud que se siente atraída por el cine sin conocer las mil dificultades y peripecias a que el séptimo arte obliga a pasar a quienes quieren ser su voceros […] Hay en El veneno del cine un cuadro de ‘carioca’ que es notablemente interesante, tanto por su interpretación como por su realización." [Noticiario Cifesa, Valencia, noviembre 1935]

Críticas
"Mariano Azcona [sic] ha conseguido realizar una salerosa y entretenida revista, netamente española, que en nada tiene que envidiar a las extranjeras. Bellas 'girls', excelente música dinamismo, es el todo de esta corta película." ["Rialto. El veneno del cine. La Nación, Madrid, 4 de diciembre de 1925]