Año de composición
Autor del texto
Acción
Plantilla instrumental
Partes de la obra
Estreno
Fecha: jueves, 11 de septiembre de 1924
Ediciones
Observaciones
El núm. 3 "¡Voy a vivir! ¡Sin trabajar!", reutilizado de la obra Teodoro y compañía, podría ser un número de reforma o haber quedado desechado.
En el libreto impreso el año del estreno no aparece el núm. 2 ni el 6, puede que fuesen desechados para el estreno.
Comentarios
"De Emilio G. del Castillo hemos estrenado muchas obras. Estrenábamos todas las que nos llevaba, porque teníamos mucha fe en él como autor. De él hemos estrenado sainetes, melodramas, revistas y también arregló para nosotros varias operetas." [Enrique Chicote. La Loreto y este humilde servidor. M. Agular. Madrid, 1944, página 245]
Críticas
"Es un sainete que tiene muchas escenas de tal, con todas las de la ley, y que otra veces linda la comedia dramática, volviendo a pasar al sainete castizo, moldeado en la factura de Ricardo de la Vega [...] La obra tiene un argumento muy simpático [...] pues de un joven alocado y entretenido en amoríos tabarinescos se llega a hacer un honrado y laborioso ebanista, se llega a hacer 'un hombre'. [...] Jacinto Guerrero estuvo mas tiempo en escena recibiendo ovaciones que con la batuta en la mano." [El Liberal, Madrid, 12 de agosto de 1924]
"[En el estreno en San Sebastián] el héroe de la jornada fue el maestro Guerrero, que con su nueva partitura, que recuerda algo a la de La Alsaciana, ha sumado a sus machos triunfos el señaladísimo de Cómo se hace on hombre, porque toda la partitura fue repetida por unánime deseo de los espectadores." [El Progreso, Santa Cruz de Tenerife, 23 de agosto de 1924]
"Dos horas y media invertidas, dos de ellas en reír a mandíbula batiente, y la media que resta a sentir seriamente. Cómo se hace un hombre es una sainete 'tipo Arniches'". [La Libertad, Madrid, 12 de septiembre de 1924]
La zarzuela [...] debería haber sido 'un río de oro' [...] Estrenose en San Sebastián con tres números de música mas que en Madrid, números que fueron otros tantos alborotos; pero que hubo que quitar a instancias de Loreto y chicote, que se cansaban al interpretarlos. Es decir, que puede que ellos mismos se hayan cortado la cabeza como empresarios. y es que cuando uno empieza a cansarse se debe marchar a casa, en lugar de imponer reformas absurdas y que ellos no debieron tolerar cuando tienen la altura teatral y artística de Jacinto Guerrero." [La Opinión, Madrid, 30 de septiembre de 1924]